sábado, 26 de enero de 2013

TENGO GANAS

Tengo ganas de escribir el reloj con tu nombre, y que cada segundo sea tuyo.
Tengo ganas de encontrarte en cada amanecer y que mi sol sea tu mirada.
Tengo ganas de navegar en tu voz y que ella sea mi timón.
Tengo ganas de volar en tus pensamientos y no formar jamas parte de tu recuerdo.
Tengo ganas de oír tu corazón junto al mio.
Tengo ganas de dormirme a tu lado aunque estemos del otro lado del mundo.
Tengo ganas de desvelarme en tu amor.
Tengo ganas de hacer infinitos los pasos contigo.
Tengo ganas de ser libre en tus brazos aprisionandome.
Tengo ganas de perderme en tu sonrisa y encontrarme en tu mirada.
Tengo ganas de adueñarme de los años que te queden de vida, y que te adueñes de los mios.
Tengo ganas de no encontrar otro día, sino encontrarte hoy, aqui, junto a mi.
Tengo ganas de besarte con el alma y abrazarte con mi ser.
Tengo ganas de descubrir un mundo nuevo tomado de tu mano.
Tengo ganas de que seamos dos por la eternidad y que la eternidad sea nuestra, solo nuestra...
Tengo ganas de despertar y dejar de amarte solo en mis sueños...

EN EL SIGILO DE LA NOCHE...

El tiempo pasó, las lunas cambiaron y las estrellas ya no son las mismas.
El tiempo pasó y se encargó de hacer lo suyo; me dejó en el olvido de los latidos y se encargó de cubrir mis cielos con sus densas nubes oscuras, anunciando la lluvia.

Pero el sol salió y la Luna encontró una ventana por donde asomarse. 
La poesía volvió, los sueños, la brisa, el aroma de una café por la mañana y de una rosa en mi puerta.

Hoy me encuentro aquí, en el sigilo de la noche pensando en ti.
A la distancia, a lo lejos, los kilómetros gritan tu nombre en mi pecho que no puede contener el sentimiento que tu sola presencia descubrió.

El día me revela tu nombre y me envuelve en esta eterna espera; 
mas la noche nos desnuda, descubre nuestros pensamientos como la luna a las estrellas.
Es esa testigo fiel de las palabras que se dicen y de aquellas que se callan. 
Es la madrina de un sueño intenso que no se atreve a anidar en nuestras almohadas...

Un ave se asoma a mi ventana y susurra tu nombre. 
Me recuerda cuanto te extraño; cuanto deseo encontrarte en el amanecer:
Me provoca a aferrarme al tiempo que no pasa cuando no estoy contigo.
A esa eternidad infinita de los segundos sin ti y envuelvo en sus alas mis palabras deseando que lleguen a tus oídos de la forma mas dulce posible.
Que las oigas como quiero que las oigas.
El cómplice viento las arrastra hasta ti en diferentes formas que aun no percibes
pero allí esta mi amor. En la luz del Sol, en la risa de un niño, en el abrazo del viento;
las olas del mar y en cada gota de lluvia que acaricia tu piel como el beso que en sueños prometí.

Y es así, como en el sigilo de la noche no puedo olvidar.
Te recuerdo con cada rincón de mi ser.
Tu mirada, tu sonrisa, tu voz, tus labios, tu cabello, tu inocencia de ángel que me atrapa...
Tantas veces te imagine bajo este cielo infinito !!

Eres un sueño, eres mi sueño.
Te has quedado clavada en mi pecho desde el primer momento en que te vi.
Y es así, como en el sigilo de la noche ruego por volverte a ver...